Algunas partes rotas, de mi, claro, me cuenta como lo sigo consiguiendo.
Después de haberme caído tantas veces no lo consigo, no consigo el ansiado equilibrio.
Y no solo hablo del emocional. No me puedo mantener en linea recta, ni andando
ni controlando mis emociones y pesadillas.
Las pesadillas que se cierne de mi de noche, cuando duermo, y que cuando me despierto
siguen siendo reales.
Y te tocan y te muerden el alma.
Y pese a que intento conciliar el sueño, siguen ahi, patentes, latiendo como un corazón
malherido, malherido y no muerto.
Por eso cuando aparece en mi vida alguien que puede equilibrarme, me caigo hacia un lado
rompiendo la balanza y alejándolo de mí.
Porque no quiero tirarlo a suelo conmigo.
No quiero mirarlo desde el suelo, no quiero que este conmigo en el suelo.
Para mi sencillamente 'el equilibrio es imposible'.
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